La Magna Hispalensis es uno de los grandes tesoros de Sevilla. Nuestra catedral es una de las catedrales más grandes, aunque su récord reside es ser la iglesia con el perímetro gótico más grande del mundo. De hecho, muchos la conocen como la montaña hueca ya que por su interior podría pasar la catedral de Notre Dame de París sin ningún problema. Fue construida en el siglo XV sobre el antiguo solar que ocupaba la mezquita aljama de la ciudad de Isbilya, de la cual conservamos el Patio de los Naranjos y nuestra Giralda de los que hablaremos en nuestra ruta. Cien años bastaron para terminar la que sería una de las catedrales más ambiciosas de la historia que comenzó con la frase “hagamos una iglesia tal y tan grande que los que la vieren terminada nos tomen por locos”. A lo largo de sus siglos se han ido añadiendo sucesivos elementos como puertas de acceso, siendo la última del siglo XIX, y muchas capillas entre las que destacan la Capilla Real, donde descansan los restos de Fernando III el Santo y Alfonso X el Sabio. Aunque, sin duda, la tumba que más destaca es el Mausoleo de Cristóbal Colón cuyos restos reposan en nuestra catedral desde 1899. No puedes perderte las miles de historias que se esconden tras los muros de nuestra catedral y su bosque de columnas. Reserva con nosotros la ruta de la Magna Hispalensis y no te arrepentirás.